El horno de pan de Valdeprado era comunal y todos los vecinos cocían su propio pan en el. Había un hornero que mediante subasta, pagando una pequeña cantidad anual se hacía cargo del horno. El se encargaba de recoger la leña (aulagas y romeros principalmente) y calentar el horno, estableciendo los turnos para cocer.
Encendía el horno tres o cuatro días a la semana y cada día cocían seis o sisete casas, dejando cada una al hornero una de las piezas de pan como pago. Los que vivieron recuerdan con nostalgía las tortas que de niños se asaban en la chapa del horno con un poco de masa que sus amdres les daban antes de ir a la escuela.
Ni los más ancianos del lugar saben cuando se hizo el horno, solo que lo han conocido siempre.
Se restauró en el año 2006.